Y es que, si atendemos a las cifras de mortalidad que se publican, estamos ante una infección poco más seria que una gripe común, pero si juzgamos la gravedad por las medidas adoptadas para frenar el avance de la enfermedad, parece que hablemos del ébola. Gripe o ébola, lo cierto es que por donde pasa el coronavirus Covid-19 “no crece la hierba”, ha llegado a Europa y se han cerrado colegios, estadios, comercios, se han anulado trenes e incluso carnavales y son las repercusiones de esas decisiones y, no la gravedad de la enfermedad, las que debemos entender y analizar para tomar decisiones de inversión acertadas.

Con la información que tenemos podemos trazar una hoja de ruta que nos va a permitir contextualizar y ubicarnos: Sabemos que cuando el virus se diagnostica en una región, la actividad se para y hemos aprendido que no entiende de fronteras. Si se para un día, el impacto económico equivaldrá a lo que se deja de producir en ese día multiplicado por uno; si se para dos, multiplicado por dos; si para una semana, multiplicaremos por siete, pero a partir de un cierto número de días la fórmula ya no sirve porque entran en juego más variables, la situación pasa de temporal (lo que el mercado descontaba hasta la semana pasada), y de una recuperación en “V”, a estructural y una recuperación de letra incierta donde el mantenerse a flote durante la tormenta y la recuperación de la confianza van a ser claves.

Vamos a suponer que en los próximos 3 meses el consumo se reduce en Europa en un 5%, la inversión se para y no se adoptan medidas fiscales. El resultado es un PIB en Europa que decrece un -2,7% en el trimestre vs el +0,2% que esperábamos crecer antes de enfermar. Las cifras en EEUU son parecidas, – 3,1% en el trimestre…

Si el virus afecta a la confianza de los consumidores y empresarios no temporalmente sino de manera más estructural, sería razonable la puesta en marcha de políticas expansivas, tanto monetarias como fiscales (no olvidemos las elecciones en EEUU en noviembre). En nuestro escenario el gasto público debería aumentar entre un 8% y un 10% para compensar el menor dinamismo del sector privado y evitar la caída en el PIB en el corto plazo.

Lo anterior, permitiría mejorar la confianza del consumidor, porque se siente con más dinero en el bolsillo y debería reanudar los gastos(repuntar el consumo). Esto equivaldría a un escenario: “Escenario principal”, de recuperación en forma de “U”.

Pero, si en el medio plazo lo que motivó los parones y la caída de la confianza no se ha resuelto, “escenario alternativo”, el incremento del gasto público y las inyecciones de liquidez no van a lograr recuperar la confianza y desencadenar la recuperación, ya que gran parte del estímulo se iba a destinar al ahorro, provocando una crisis más profunda y una recuperación más lenta.

El tiempo es, en definitiva, nuestra referencia. En este momento las bolsas mundiales recogen caídas de entre el 8% y el 10% y las valoraciones, que se antojaban caras hace unos días, han corregido. Con todo creemos que todavía quedan malas noticias por llegar, noticias como la posible declaración de “pandemia” por parte de la OMS, más contagios en Europa y en EEUU o revisiones a la baja de expectativas de beneficios van a dar soporte a la volatilidad en el corto plazo…

¿Cómo nos posicionamos?

Ante esta situación pensamos que lo prudente es esperar y ver, pero no debemos olvidar que, antes del estallido del virus, veíamos en la renta variable una de las pocas fuentes de rentabilidad, aupada por el exceso de liquidez y la falta de alternativas más conservadoras ante los bajos tipos de interés que mantienen las autoridades monetarias, y eso no ha cambiado.

En Eos, nuestra estrategia de renta variable europea, estamos algo más protegidos por opciones, “puts” compradas en diciembre sobre el 15% de la cartera. Este seguro nos va a proporcionar un pequeño escudo ante el repunte de la aversión al riesgo que estamos viviendo. Pero cuando el tsunami pase y las aguas se retiren, nosotros seguiremos posicionados en aquellas compañías que creemos que son grandes negocios con flujo de caja positivo y con poca deuda.

Aprovechamos, como siempre, para agradecerles su confianza, que es nuestra mejor inversión.

Atentamente,
Equipo de Gestión