Christian Torres – Mutualidad de la Abogacía – Noviembre 2014

Si bien a primeros de año experimentamos revisiones al alza de los crecimientos globales, no tanto para el año más cercano, el 2014, pero sí para el 2015, 2016 y sucesivos, en los últimos meses, tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI), el BCE, como incluso los distintos gobiernos, han ido regulando sus expectativas de crecimiento a algo más moderadas y con ello el crecimiento mundial. En el caso de Europa, nos encontramos actualmente con una cierta divergencia interna incluso con tres distintos grupos de crecimientos. Por un lado, los países más cercanos a la órbita de Alemania con un 36% del PIB (Alemania 27%, Austria 3% y Benelux 6%) con crecimientos sostenibles del entorno del 2% a pesar de la cierta debilidad reciente de alguno de sus datos (Economic Sentiment Index a 0% de crecimiento) pero que creemos que es transitorio y relacionado con efectos de calendario. Por otra parte están Francia e Italia, los cuales representan un 21% y 15% respectivamente del PIB europeo y con crecimientos del 0%, con lo cual están pasando a ser el foco de atención. Por último, tenemos a España, Portugal e Irlanda, los cuales han pasado en los últimos 3 años de crecimientos cercanos al -2% a darse la vuelta y estar ahora más cercanos a crecimientos del +2% una vez que han ido recuperando cierta competitividad y que su entorno exportador, aunque no tanto su consumo interno lamentablemente, ha ido mejorando. Si a su vez le sumamos que con un euro algo más competitivo contra el dólar, pues deberíamos ver algo más de crecimiento en trimestres sucesivos si ese euro/dólar se mantiene durante unos trimestres, como así esperamos, como que un precio de petróleo reducido también ayuda al crecimiento, no descartamos que estos dos componentes, euro y petróleo, ayuden en un 0,50% extra al crecimiento europeo. Es decir, algo de apoyo extra tendremos por la reciente corrección de estos dos factores.

El caso del crecimiento de EE.UU. está claramente en la avanzadilla de los países desarrollados (desempleo inferior al 6,5% y crecimientos del entorno del 3,5%) y ya muy cerca también de materializarse el inicio de su nuevo ciclo económico, el cual se verá confirmado una vez tengamos las primeras subidas de tipos por parte de la FED que esperamos para el 3T 2015. Respecto a Japón, más bien tenemos datos mixtos hasta la fecha, si bien continuamos con cierto optimismo para el futuro. Sobre la República China, lo relevante es que sigue con crecimientos más que destacados del 7,6% y 7,4% para 2014 y 2015 según datos recientes del FMI. En términos generales y resumiendo, los crecimientos del PIB global deberían estar en el entorno del 3,8% (vs. el 4,0% a comienzos de julio según el FMI) y sin excesivas presiones inflacionistas para 2015.

En cuanto a inflación, es una de las principales preocupaciones del Banco Central Europeo (BCE) en donde Mr. Draghi tiene como objetivo unos niveles cercanos al 2% vs. el 0,3% actual. Inicialmente se temía que las actuaciones de inyección de liquidez Crecimiento económicoPor Christian Torres LangopiniónLa inflación es una de las principales preocupaciones del Banco Central Europeo (BCE)pudiesen dar rienda suelta a la inflación; posteriormente, debido a la gravedad de la crisis, el centro de atención ha dado lugar a que lo que realmente tengamos sea deflación. El entorno actual, en donde el Euro está retomando cierta debilidad, debería contribuir a aportar cierta inflación y de paso acercarnos algo más a los objetivos del BCE, y con ello ayudar en el medio y largo plazo al pago de los excesivos niveles de endeudamiento de las economías europeas (deuda bruta sobre el PIB de la Eurozona del 97%, España del 100%, Italia del 135%, Francia del 96% y sin embargo Alemania del 76%), que es lo que realmente preocupa por su insostenibilidad en el tiempo, todo ello con unos niveles de déficit presupuestarios a los cuales deberemos estar muy atentos a efectos de los acordados entre los distintos estados y la Comisión Europea.

Si hacemos un análisis histórico de los tipos de interés reales vs. nominales (real + inflación) observamos que sí estamos en niveles de tipos reales reducidos, pero estos están simplemente en la banda baja histórica y no tan extremadamente bajos como una observación del tipo de interés nominal aparenta. Estamos ante inflaciones reducidas actualmente y, por eso, tipos nominales reducidos. Un aumento de los tipos, si estos vienen porque estamos con crecimientos sanos y no todo basado en aumentos de costes, sino mayor crecimiento, debería contribuir a ver unos tipos de interés en el caso del bono español de 10 años, más hacia un 3,5%-4,5% vs. el 2,16% actual. A su vez, esto daría algo más de positivización en la curva de interés y permitiría retornar a un modelo de crecimiento de la banca basado en dar créditos a largo plazo y financiarse a corto vía depósitos e interbancario, que ayudaría a normalizar sus rentabilidades en el futuro y a un mayor dinamismo del préstamo a las empresas a un precio acorde con su riesgo específico y/o complemento al riesgo general de la entidad.

Fuente: Mutualidad de la Abogacía